Getafeños Viajeros. Mónica Romero, Minnesota, Estados Unidos. Despidiendo el año en la tierra de los 10 mil lagos.

Para terminar el año cruzamos de nuevo el Atlántico y volvemos a Estados Unidos. En esta ocasión nuestro viaje nos lleva hasta Minnesota, donde Mónica Romero ha echado raíces sin perder en absoluto el «espíritu alhondiguero» tan característico de los vecinos del barrio de La Alhóndiga.

Última edición por este año 2017 de Getafeños Viajeros, la sección más internacional de Onda Vecinal y en la que estamos conociendo el mundo gracias a nuestros aventureros vecinos. En esta ocasión 7000 kilómetros nos separan de nuestra protagonista, Mónica Romero, Una ya casi estadounidense que no se olvida de Getafe y que lleva al barrio de la Alhóndiga en el corazón.

Charlamos con Mónica cuando allí eran las ocho de la mañana y Minnesota amanecía con una temperatura de -23º, según ella una temperatura alta para lo habitual en estas fechas, teniendo en cuenta que pueden llegar a una sensación térmica de -50º (y nosotros nos quejamos de la primera borrasca “fuerte” de este invierno).

Como de costumbre hemos hecho un repaso a los «choques» con los que encuentra un español fuera de su entorno habitual, tanto en cultura, como en gastronomía y demás. Por supuesto, nuestra viajera de hoy también se lleva “suministros” en cada viaje de vuelta a los U.S.A. y en esta ocasión es el desodorante el que ocupa un buen espacio de esa maleta reservada a los productos españoles.

Inevitablemente la figura de Donald Trump ha surgido durante la conversación, máxime cuando por su trabajo como profesora de español, Mónica convive con chavales de diferentes culturas y procedencias y la elección del controvertido presidente americano causó cierta inquietud en los inicios del mandato.

No os contamos más, preferimos que escuchéis la amena e interesante charla con esta profesora de español que hace ya catorce años llegó a Estados Unidos, lugar donde se ha desarrollado profesionalmente y en el que ha formado una familia. Mucho le ha dado Minnesota a Mónica Romero pero sin duda, una parte de su corazón sigue en La Alhóndiga, donde vuelve cada verano a cargar pilas con la familia y tomar cañas con los amigos. La Alhóndiga es mucho barrio y el que ha vivido allí difícilmente la olvida.

 


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